ACOMPAÑAMIENTO EN EL DUELO
“Una escucha sincera y solidaria es la mejor medicina que podemos ofrecer a la persona que sufre dolor”
No todas las personas vivimos el duelo de igual forma. Sin embargo, hay una característica común a todos los procesos de duelo: el acompañamiento. Tener una persona a tu lado que te escuche, comprenda, que no te va a juzgar, y que va a respetar en tu dolor, es terapéutico
De ahí la importancia de recurrir a profesionales que tengan los conocimientos específicos que les ayuden a comprender la complejidad de la experiencia de pérdida y los acompañen en el proceso.
Empatía, mirada incondicional, respeto y honestidad, comprensión y aceptación.
Todas estas cualidades que constituyen los fundamentos básicos de la Terapia Humanista Integrativa, garantizan un espacio de seguridad y confianza donde las personas pueden expresar su dolor y sus pérdidas para realizar un proceso de duelo reconfortante que les haga posible poder manejar su sufrimiento.
Trabajamos con el modelo integrativo-relacional que propone la experta en duelo Alba Payás que consiste en la comprensión del duelo como una experiencia que involucra a la persona en todas sus dimensiones, incluyendo la emocional, cognitiva, conductual, social y espiritual.
Desde Humanismo y Vida acompañamos a las personas a
- Aceptar la realidad de la pérdida
- Dar expresión a los sentimientos
- Entender el significado de la pérdida
- Transformación personal
Todo ello creando un espacio de seguridad y confianza para que la persona encuentre el apoyo emocional imprescindible para entender y trabajar su proceso de duelo
También ofrecemos espacios para el acompañamiento en pareja, familiar y grupal.
La terapia grupal de duelo ofrece una serie de beneficios importantes para las personas que están atravesando el proceso de duelo debido a la pérdida de un ser querido.
Estos beneficios incluyen:
Apoyo emocional:
Los participantes comparten sus experiencias y sentimientos con otras personas que están pasando por similares situaciones, lo que puede ayudar a reducir la sensación de aislamiento y soledad que a menudo acompaña al duelo.
Comprender el duelo:
La terapia grupal proporciona información y educación sobre el proceso de duelo, ayudando a los participantes a comprender mejor lo que están experimentando. Esto puede aliviar la confusión y la incertidumbre que a veces acompañan al duelo.
Validación de sentimientos:
En un entorno de terapia grupal, las personas pueden expresar sus emociones de manera abierta y sin temor a ser juzgadas. Esto les permite sentirse validadas en sus sentimientos y les ayuda a procesar el dolor y la tristeza de manera saludable.
Compartir experiencias:
Los miembros del grupo pueden compartir sus historias y experiencias personales de duelo, lo que puede proporcionar perspectivas únicas y enriquecedoras. Esto puede ayudar a los participantes a ver que no están solos en su dolor y que hay diferentes formas de sobrellevarlo.
Desarrollo de habilidades de afrontamiento:
La terapia grupal de duelo puede enseñar a los participantes habilidades de afrontamiento efectivas para lidiar con su dolor. Esto incluye estrategias para manejar el estrés, la ansiedad y la depresión, así como técnicas para mejorar la resiliencia emocional.
Fortalecimiento de la red de apoyo:
Participar en una terapia grupal puede ayudar a las personas a establecer nuevas relaciones y fortalecer su red de apoyo. Pueden desarrollar amistades significativas con otros miembros del grupo que comparten experiencias similares.
Aprendizaje a través de la empatía:
Al escuchar las experiencias de los demás y mostrar empatía hacia sus compañeros de grupo, los participantes pueden aprender a empatizar más profundamente con las emociones de los demás y desarrollar una mayor comprensión de la diversidad de respuestas al duelo.
Espacio seguro para el llanto y la expresión emocional:
La terapia grupal proporciona un espacio seguro y estructurado donde los participantes pueden llorar, expresar su dolor y expresar sus emociones sin restricciones.
Preparación para la vida después del duelo:
A medida que los participantes avanzan en su proceso de duelo, la terapia grupal puede ayudarlos a prepararse para la vida después de la pérdida, brindándoles las herramientas necesarias para encontrar un nuevo sentido de propósito y significado.